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La sostenibilidad como clave en la demanda de espacios en Latinoamérica.

La sostenibilidad no es solo una exigencia ética, sino también una demanda tangible del mercado. Un reciente estudio de MTS Consultoría + Gestión revela que el 65% de las empresas en Latinoamérica ya consideran que los criterios de sostenibilidad son esenciales a la hora de elegir propiedades. Esta preferencia está impulsando el desarrollo de edificios con certificaciones ambientales como LEED, EDGE, WELL, CASBEE y BREEAM, los cuales no solo reducen el impacto ambiental, sino que también generan ahorros operativos y mejoras en la productividad.

Ciudades como Bogotá, Ciudad de México y Santiago están a la vanguardia de esta tendencia. Más del 48% de los nuevos desarrollos corporativos en estas metrópolis cuentan con algún tipo de certificación verde, lo que refleja la creciente apuesta por espacios que integren tecnologías ecológicas y estándares internacionales de sostenibilidad.

De acuerdo con la International Finance Corporation (IFC), la adopción de medidas sostenibles podría reducir el consumo energético en los edificios de Latinoamérica entre un 20% y un 30%, lo que se traduce en una disminución significativa de los costos operativos para empresas y familias, además de un impacto positivo en la reducción de emisiones de carbono.

El interés por la sostenibilidad no se limita al sector corporativo, comercial o industrial. Los interesados en espacios residenciales también están priorizando la eficiencia energética y la responsabilidad ambiental en la elección de sus viviendas. En los últimos tres años, los proyectos de construcción ecológica en el sector residencial han crecido un 28% en toda la región, siendo Brasil, México y Colombia los países que lideran la implementación de tecnologías como paneles solares, sistemas de ahorro de agua y materiales reciclables.

El valor de las certificaciones ambientales

Las certificaciones LEED, reconocidas a nivel global como un estándar en sostenibilidad, han mostrado un crecimiento del 18% en proyectos comerciales y residenciales en la región durante el último año. Estas certificaciones no solo refuerzan la responsabilidad ambiental de los desarrolladores, sino que también elevan el valor de las propiedades en hasta un 10%, atrayendo a inquilinos y compradores que buscan un impacto positivo en el medio ambiente sin sacrificar el confort ni la calidad.

Caso de Éxito: Torre Reforma en Ciudad de México

Un ejemplo destacado de sostenibilidad en la región es la Torre Reforma en Ciudad de México, uno de los rascacielos más sostenibles de Latinoamérica, que ha obtenido la certificación LEED Platinum. El edificio reduce su consumo energético en un 24% y su consumo de agua en un 30% en comparación con edificios tradicionales. Esto no solo convierte a la Torre Reforma en un símbolo de innovación y responsabilidad ambiental, sino que también establece un referente para futuros desarrollos en la región.

La Sostenibilidad como Pilar del Futuro Inmobiliario

La demanda de espacios sostenibles en América Latina sigue en aumento, impulsando a los desarrolladores a incorporar prácticas verdes desde la fase de diseño. Este cambio hacia la sostenibilidad no solo responde a la creciente presión por combatir el cambio climático, sino que también está generando ventajas competitivas para las empresas y un mayor bienestar para los residentes.

A medida que Latinoamérica avanza hacia un futuro más sostenible, se espera que los proyectos inmobiliarios verdes continúen su expansión, marcando un nuevo estándar en el desarrollo de espacios.

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Beneficios tangibles para empresas y consumidores

Los beneficios no son únicamente ambientales, sino también económicos y de bienestar:

  • Mejora del bienestar: Los edificios sostenibles promueven una mejor calidad de vida gracias a la optimización del aire interior, una mayor iluminación natural y el uso de materiales no tóxicos.
  • Reducción de costos operativos: El uso eficiente de energía y agua, así como la implementación de fuentes renovables, reduce significativamente los gastos operativos a largo plazo.
  • Mayor valorización de activos: Los edificios sostenibles suelen obtener una mayor apreciación en el mercado y generan un mayor interés entre compradores e inquilinos.
  • Impacto ambiental positivo: La adopción de prácticas sostenibles en la construcción y operación de edificios contribuye a reducir la huella de carbono y preservar los recursos naturales de la región.

 

 

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