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Perspectivas y Retos del Sector Inmobiliario en Costa Rica para 2025

El mercado inmobiliario en Costa Rica inicia el 2025 en un escenario de recuperación, tras la volatilidad generada por la pandemia y los desafíos macroeconómicos de los últimos años. Aunque indicadores como las tasas de interés, la inflación y la inversión muestran signos positivos, los niveles previos a 2020, aún no se han alcanzado por completo. En este contexto, resulta clave analizar las perspectivas del sector para el año que comienza.

En cuanto a la Economía del país, el Banco Central de Costa Rica inicia el año con una postura neutral, manteniendo con una Tasa de Política Monetaria (TPM) del 4,0%, con una tendencia de reducción gradual. Esta medida responde al crecimiento económico mundial proyectado en 3,3% y al desempeño positivo de la economía costarricense, que cerró 2024 con una expansión del 4,4%. La inflación controlada (0,8%) ha fortalecido la confianza del consumidor, lo que impacta positivamente en la demanda inmobiliaria.

En 2024, El sector de la construcción contribuyó con un 3,9% al PIB, con una leve proyección de ajuste al 3,8% en 2025. A pesar de esta reducción, el sector mantiene una tendencia de expansión, con un crecimiento estimado del 2%.

El repunte de la Inversión Extranjera Directa (IED) en 2024, que hasta el primer semestre registró un aumento del 3%, refleja el interés del mercado local por atraer nuevas empresas, lo que abre oportunidades para el desarrollo del país. Sin embargo, el sector inmobiliario representó solo el 7% del flujo de IED, mientras que la manufactura, especialmente en los sectores tecnológicos, acaparó el 59%. Esto resalta una oportunidad significativa de crecimiento para el mercado industrial en Costa Rica.

En cuanto al sector inmobiliario, Para 2025 se prevé que el Índice de Precios de Construcción de edificios siga su tendencia de estabilización. A pesar de la reducción progresiva observada desde finales de 2022, aún no se han alcanzado los niveles previos a la pandemia. No obstante, esta estabilización ha impulsado un aumento en el número de nuevas obras, especialmente en los sectores residencial e industrial.

Por otro lado, inmobiliario en Costa Rica estima iniciar el 2025 con el mismo dinamismo observado al cierre de 2024. En el caso del inventario de oficinas en la Gran Área Metropolitana (GAM), este alcanzó los 2.602.875 m², lo que representa un incremento del 3,9% respecto al cierre de 2023. En el sector industrial, el inventario sumó un total de 7.294.268 m2 distribuidos en 398 unidades dentro de parques industriales y 271 unidades ubicadas en zonas francas, reflejando un aumento del 4,2% en comparación con el cierre de 2023.

Los fondos de inversión continúan desempeñando un papel clave en la dinamización del mercado. Tras la contracción del volumen de activos administrados en 2022, la industria ha retomado su crecimiento y se espera que el cierre de 2024 refleje un aumento del 9,3%, con una tendencia positiva sostenida. Sin embargo, los fondos cerrados de tipo inmobiliario han mostrado una leve contracción del 1,8% en comparación con el año anterior. Este escenario presenta tanto retos como oportunidades, ya que la estabilización del sector podría incentivar nuevas reinversiones y fortalecer la recuperación del mercado.

Para MTS, el panorama para el mercado inmobiliario de Costa Rica en 2025 se enmarca en un escenario de recuperación. A pesar de que 2024 cerró con una recuperación moderada, se prevé que este año ofrezca oportunidades para consolidar la confianza de los inversionistas a través de desarrollos a largo plazo. Factores como el crecimiento económico, la baja de la tasa de interés, el crecimiento de la IED y la estabilización de los precios de construcción incentivan a que 2025 consolidará a Costa Rica como un destino atractivo para el desarrollo inmobiliario.

Actualmente, el sector industrial cuenta con 263.815 m² de espacio rentable en construcción, mientras que en el segmento de oficinas se están desarrollando tres proyectos que, en conjunto, suman 23.900 m².

Dentro de las tendencias que marcarán el futuro del sector, la sostenibilidad y la eficiencia energética juegan un papel determinante. En línea con el Plan Nacional de Descarbonización de Costa Rica, se espera que para 2030 todas las nuevas edificaciones sigan parámetros de bajas emisiones, y para 2050 la industria opere bajo altos estándares técnicos y ambientales. En este contexto, los materiales de construcción sostenibles y el diseño adaptivo, que permite a los edificios ajustarse a las condiciones climáticas sin depender de sistemas artificiales, serán elementos clave en el desarrollo de infraestructura innovadora y eficiente.

Nicolás Fernando Santafé G. – Analista de consultoría e inteligencia de mercados – MTS Consultoría + gestión.

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