El año 2024 para el mercado inmobiliario de Panamá se destacó por una recuperación moderada, sin nuevos ingresos de inventario al menos para oficinas y pocos registros de proyectos futuros. Tal como ha ocurrido en ciclos anteriores, la inversión se vio afectada durante el periodo electoral. En este contexto, 2025 se perfila como un año crucial para la transformación y adaptación a los cambios, así como para la consolidación económica, el fortalecimiento institucional del gobierno y la creación de incentivos que atraigan inversiones extranjeras.

El mercado inmobiliario deberá adaptarse, en primer lugar, a las medidas implementadas por el nuevo gobierno, donde la colaboración público-privada jugará un papel clave en el fortalecimiento del sector de la construcción. Aunque la contribución de este sector al PIB nacional no ha alcanzado los niveles de 2019 (19%), sigue manteniendo una participación significativa (15%), según la Cámara Panameña de la Construcción (Capac).

Durante el primer semestre de 2024, se observó una disminución del 17,6% en el valor de los permisos de construcción privada y una caída del 25,9% en la superficie en metros cuadrados. Los permisos para proyectos no residenciales experimentaron una reducción del 50,0%. Además, las importaciones vinculadas a la industria de la construcción fueron inferiores a las registradas en 2023, con una disminución del 26,1% en bienes intermedios y del 35,7% en bienes de capital.

No obstante, el sector privado mantiene una perspectiva optimista. El crédito otorgado a este sector aumentó un 11,1%, lo cual podría ser indicativo de una recuperación moderada, según el informe de desempeño del Sindicato de Industriales de Panamá. Por su parte, la Asociación Panameña de Corredores y Promotores de Bienes Raíces (Acobir) ha expresado su confianza en el desempeño del sector, especialmente en los segmentos de vivienda e industrial.

Por otra, el mercado de oficinas presenta un panorama diferente, marcado por el cierre de promotoras, elevados niveles de vacancia y una creciente preferencia por la diversificación hacia activos industriales y residenciales, tendencia generalizada en Latinoamérica. No obstante, la ubicación geográfica de Panamá y su legislación en incentivos a la inversión siguen siendo atractivos para el desarrollo corporativo. Se espera que, con la recuperación económica y el fortalecimiento de la demanda, la ocupación en oficinas comience a mostrar signos de mejora.

Si bien la Inversión Extranjera Directa ha mostrado signos de recuperación en los últimos dos años, aún no alcanza los niveles previos a 2019. Esto requiere ajustes y esfuerzos coordinados entre los sectores público y privado para mejorar los incentivos y priorizar políticas que impulsen la inversión privada, manteniendo una calificación de riesgo país estable, que empieza a generar pequeñas alertas.

Según la Capac, el sector enfrenta diversos desafíos, entre los cuales destacan la necesidad de mejorar la eficiencia en los trámites y permisos, la implementación de nuevas tecnologías que adopten sistemas de construcción capaces de cumplir con las demandas actuales del mercado en términos de especificaciones técnicas y ambientales y finalmente, asegurar condiciones favorables para los créditos hipotecarios, así como fortalecer la capacidad de endeudamiento de los consumidores.

En cuanto a las perspectivas económicas para 2025, las estimaciones varían entre un 3% y un 5%, lo que refleja una posible reactivación de la economía. El Ministerio de Economía de Panamá proyecta un crecimiento del 4%, mientras que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y el Banco Mundial estiman un 3%. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional, con una previsión más conservadora, anticipa un aumento del 2,5%.

El Canal de Panamá seguirá siendo un motor clave para la economía, con ingresos proyectados en 5.623 millones de dólares para 2025. La inversión privada, los proyectos de infraestructura y el desarrollo del sector industrial consolidan a Panamá como un hub logístico y comercial estratégico en la región.

Para MTS Consultoría + Gestión, el mercado inmobiliario de Panamá en 2025 presenta un panorama de recuperación progresiva. La confianza del mercado, la diversificación de inversiones y un marco regulatorio favorable son factores determinantes para el crecimiento. La clave estará en la capacidad del gobierno y del sector privado para generar incentivos que dinamicen la construcción y promuevan la inversión en bienes raíces de alta rentabilidad y seguridad. Con estas estrategias alineadas, Panamá podría consolidarse como un destino atractivo para la inversión inmobiliaria en Latinoamérica en 2025 y más allá.

Nicolás Fernando Santafé G. – Analista de consultoría e inteligencia de mercados – MTS Consultoría + gestión.